Beso negro y strap on
Beso negro y strap on
Hace unos años, conseguía mis citas visitando los bares o las discotecas, los pubs también son un buen sitio para ligar, pero… a veces es demasiado cansado, quiero decir, no siempre se liga a la primera y si se hace es normalmente con mujeres que no suelen valer la pena, es mi experiencia, claro.
Así que me decidí a apuntarme a una de esas paginas de amor y amistad.
Al poco de apuntarme empecé a chatear con una chica casada. Ella tenía 35 y llevaba 15 años casada. Se casó demasiado pronto reconoció ella. Su marido nunca había sido un hombre divertido, la quería eso si, pero no era capaz de proporcionarle diversión ni situaciones nuevas. Al final el matrimonio era un aburrimiento.
Me envió unas fotos para que la reconociera en nuestra primera cita.
Quedamos una tarde a tomar café en una céntrica cafetería de la ciudad, ella era una chica morena, con unos buenos pechos y unas bonitas piernas, conforme ella se iba sintiendo mas cómoda una agradable sonrisa iluminaba su bonito rostro. Iba muy bien arreglada, nadie diría que era una aburrida casada.
Me contó su caso, me dijo que se aburría soberanamente, su marido y ella apenas salían en cuanto al sexo, era muy monótono un “misionero” y a dormir. Yo protesté, le dije que pensaba que el acto sexual “normal” debía ser suficiente, ella se levantó indignada y me dijo, “mira, me has caído bien y me gustas mucho y ¿sabes? Había pensado en ti como amante, me gustaría follar contigo como una loca pero… si vas a ser un clásico en la cama ya te puedes ir olvidando!”.
Salió de la cafetería, yo la observe pasar por la acera a través de los ventanales, ese cuerpecito… era una diosa! Y yo la había dejado perder.
Cuando llegué a casa le envié un correo, le dije que me había gustado mucho y que no se preocupara, que le satisfaría como su marido no era capaz de hacerlo.
No tuve contestación a mi correo en unos días, ni ella se conectó al chat. Al cabo de unos días recibí un correo, era de ella, me adjuntaba unas escenas de porno. En el correo decia, esto es lo que me gustaría hacer… estas dispuesto.?
Me puse a ver las escenas, en ellas se veía parejas haciendo sexo anal, en una de ellas se veía a una mujer con un strap on apuntando al culo de un tío… Me estremecí, instintivamente apreté el culo y cerré la película. ¿De modo que este es el tipo de sexo que ansiaba la morenita? Vaya vaya, quien lo iba a decir.
No contesté a su correo, pero cometí el error de mirar alguna de las fotos que ella me había enviado, no aparecía desnuda, sin embargo estas imágenes desprendían sensualidad, me atrapaban, me hacían desearla y comprendía que solo con ella iba a tener el sexo que hacia tiempo que anhelaba. Quizá.. quizá consiguiera hacer el amor con ella. Si, eso es, quedaremos para follar y la follaré tan bien que se olvidará de esas ideas de follarme con consoladores. Solo es eso, está aburrida de follar con su marido, en cuanto folle con un tío como yo se olvidará de otras fantasías.
Le contesté el email y le dije que accedía a sus pretensiones. Ella se conecto esa noche al chat y me dijo que me esperaba en su casa el próximo fin de semana, su marido iba a estar de viaje.
Quedamos el sábado para cenar en su casa, era una bonita casa en un barrio elegante de la ciudad.
Ella me hizo pasar hasta la cocina, estaba preparando la cena, salmón al hojaldre y algo de marisco que siempre es afrodisíaco dijo ella. Como si hiciera falta, pensé yo, que andaba mas caliente que el rabo de un cazo.
Le pregunté si podía ayudarle y me dijo que no, que me sentara en el comedor y me pusiera cómodo Yo opté por quedarme sentado en una silla en la cocina y verla evolucionar con la cena, me quedé solo con los slips para estar mas cómodo.
Yo estaba fascinado mirándola, esa combinación de chica sexy, deseosa de sexo haciendo de ama de casa me estaba poniendo a mil. Llevaba un conjuntito ligero muy sexy.
Ella se sabía observada y sonreía traviesa y pícaramente, se agachaba a menudo a coger cosas de la nevera y yo admiraba embobado esa grupa que me ponía a 100.
Sirvió un par de copas de vino blanco las cuales bebimos enseguida, luego, otras dos copas, nos besábamos entre sorbo y sorbo.
Una de las veces, ella se puso de puntillas para alcanzar un bote de harina, yo me acerqué por detrás y apreté mi dura polla contra su culo mientras mis manos acariciaban sus tetas, ella trastabilló y el bote de harina cayó sobre nosotros dejándonos absolutamente blancos!
– ¿Que has hecho? – Me dijo, – Ahora tendremos que ir a la ducha!
Apagó el horno, me llevó de la mano y fuimos a la ducha. Era una ducha bastante grande y cabíamos los dos perfectamente, así que nos desnudamos y nos metimos juntos.
Nos enjabonamos el uno al otro, ella me enjabonó el cabello, luego el cuello, mas tarde mis marcados pectorales hasta que llego a mi polla que no podía estar mas tiesa. Las copas de vino y la temperatura del agua me relajaron y me dejé acariciar y mimar. Pero yo también quería enjabonar, así que le enjabone el pelo, los bonitos hombros, sus pechos rotundos, redondos y firmes, sus pezones erectos como diamantes sobresalían de entre la espuma, ella suspiró y se dejó hacer. Luego bajé hasta su depilado coño y lo enjaboné a conciencia deslizando mis dedos por la ardorosa rajita. Nos besamos apasionadamente allí de pié.
Ella me hizo darme la vuelta y me enjabono la espalda, bajó hasta mis nalgas y note como me las frotaba con jabón se detuvo un momento, se estaba poniendo gel de ducha en los dedos, luego, comenzó a explorar mi culo, Yo protesté pero ella me hizo callar, suavemente deslizó uno de sus dedos en mi ano mientras con la otra mano me masturbaba. Yo estaba desconcertado, de no haber sido por el alcohol seguramente no me habría dejado pero esa caricia tan intima y nueva para mi me estaba poniendo muy caliente.
Mientras me penetraba con sus dedos, su mano acariciaba mi polla y sus pechos resbalaban por mi espalda, notaba sus pezones duros en mi piel. Ella se estaba excitando muchísimo.
Nos aclaramos el jabón, nos secamos y me llevó de la mano al dormitorio. Ella no perdió el tiempo, me tiró sobre la cama y se tumbo sobre mi para hacerme una mamada. Me encantó sentir su boca cálida rodear mi duro miembro, su lengua me chupaba con sabiduría, mmmm. Genial.
Poco a poco ella fue girando sobre mi hasta dejar su coño al alcance de mi boca. Su coño limpito estaba otra vez totalmente mojado pero esta vez de lo caliente que ella estaba. Estábamos haciendo un sabroso 69.
Al poco, dejo de chupármela y se incorporó sobre sus rodillas, restregando su coño y su culo contra mi cara y obligándome a que le lamiera el culo, fue una sensación extraña pero me dejé llevar, nunca lo había hecho antes, jamas había lamido un ojete pero me sorprendió notar la textura de los pliegues de esa piel en mis labios y pronto mi lengua empezó a lamer e incluso a introducirse dentro del estrecho agujerito. Ella vibraba de placer y a mi me ponía mas cachondo aún. Me encantaba hacerle ese beso negro forzado.
Mientras le comía el culo ella empezó a masturbarse con las manos, al poco se corrió, noté las contracciones de su culo en mi lengua y el néctar de su coño inundo mi barbilla, guau!
Ella se incorporó y dijo
-Mmmm, me has hecho correr muy bien y te voy a recompensar.
Yo esperaba que ahora se sentara sobre mi polla y me follara pero no, me hizo poner a cuatro patas y ella se puso detrás mio.
Abrió su bonita boca y se puso a hacerme un trabajito trasero con su lengua en mi culo mientras su mano me masturbaba. Esta morenita me estaba volviendo loco, nunca había sentido nada igual, su lengua entraba y salia de mi ojete, sus labios besaban mi culo, su mano me trabajaba la polla, mmmm.
Mi estrecho agujerito empezó a abrirse, necesitaba mas caricias, ella se dio cuenta y chupando uno de sus dedos lo introdujo en mi, luego dos dedos, luego tres. Cuando mi agujero estaba suficientemente abierto ella se incorporo, yo me quedé a cuatro patas expectante.
Al poco vino hacia mi, llevaba puesto un strap on y en una mano sostenía un botecito de lubricante. Se inclino, lamió mi culo de nuevo haciéndome un delicioso beso negro, lo untó de lubricante, se situó tras de mi y… me penetró, primero dulcemente y luego ya mas salvajemente.
He de confesar que me corrí mientras ella me penetraba, mi leche salia a borbotones de mi polla mientras me estremecía con sus enculadas.
Ella a su vez también se corrió al notar como me corría y como me hacia disfrutar.
Repetimos toda la noche diferentes posturas y juegos anales, ni que decir tiene que no cenamos…
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3 comentarios sobre “Beso negro y strap on”
Bitacoras.com
(20 noviembre, 2012 -23:41)Información Bitacoras.com…
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Marta Medina
(7 abril, 2013 -18:25)Muchas gracias, me ha encantado la forma de exponerlo, lo recomiendo mucho. Besos!!
admin
(8 abril, 2013 -00:56)Gracias a ti por tus besos Marta, espero que sean negros! 😉
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