Me tiré a mi profe, relato erotico

Me tiré a mi profe, relato erótico

Cierro la puerta tras de mí, camino hacia la mesa del Sr. Ruiz.

Él estaba absorto en sus papeles, ajeno a mi presencia. Sé que cuando él se inclinó hoy sobre mí y me dijo que pasara por su despacho al acabar las clases no sería lo que yo esperaba.

 

Por supuesto me había pasado este curso tratando de seducirlo …. faldas cortas, mi mano rozando su rodilla en ocasiones, apoyándome muy cerca de el con camisas abiertas luciendo escote…

Todo ha sido en vano, pero me he pasado las últimas cuatro horas imaginando sus bonitas manos por todo mi cuerpo. En su lugar yo se lo que pasará, levantará la vista de los papeles y comenzará a regañarme por el aprobado justo que recibí en mi último examen, siempre lo hace, siempre dice que valgo para tener mas nota.

-Hola María. Gracias por venir, dice con esa voz profunda que me entusiasma.

-Sí señor Ruiz, digo sonriendo intentando desmontar la regañina que me espera, -¿Qué necesita?

El Sr. Ruiz me devuelve la sonrisa y se pone de píe. Su cuerpo me eclipsa con sus anchos hombros y su altura y constitución muscular.

– Hemos de discutir algo a lo que le he estado dando vueltas todo este curso, dice, y abre una puerta de su despacho, nunca me pareció verla antes… – Por favor, sígueme… y desaparece en la habitación a oscuras.

Me quedo quieta, congelada. ¿Qué es todo esto? ¿Qué debo hacer? Mi impulso es darme la vuelta, no entrar, pero mi curiosidad y la autoridad del Sr. Ruiz me pueden y lo sigo en la oscuridad.

La habitación es grande y en el rincón más alejado hay una bombilla que cuelga, su luz está atenuada por las cajas de los alrededores. Esto debe ser una especie de almacén o trastero. Caminando hacia la luz, oigo la puerta que se cerraba trás de mí, me sobresalté.

El Sr Ruiz está detrás de mí en la oscuridad. Pero antes de que pueda darse la vuelta, me siento sus manos se deslizan sobre mis caderas, deslizándose por la parte superior de mis muslos, noto su aliento en mi cuello.

-María, he querido hacer esto durante tanto tiempo, dice, mientras sus manos se mueven lentamente sobre mí y me acarician delicadamente pero con firmeza – No creas que no me he dado cuenta de lo que has estado haciendo durante todo el año.

Yo he fantaseado sobre él todo el año. He deseado este momento. Pero ahora que es lo que realmente está pasando, no estoy segura… Tal vez esto no está bien. Él es mi profe, no es muchísimo mas mayor que yo y yo acabo de cumplir dieciocho años, pero es un error, ahora me arrepiento e intento apartarme un poco de él.

-María ….. ¿no quieres esto, susurra en mi oído.

En este mismo momento es mi oportunidad de detener esto. Pero mientras sus manos recorren mi tripita todo lo que se me ocurre hacer es apretarme mas contra él, noto un gran bulto rozar mi culo. En la oscuridad el profe ya no es el profe que da clase y pone deberes, lo único que queda de él es su fuerza y sensualidad.

Su boca desciende por mi cuello y lo besa, siento correr sus dedos por mi pelo oscuro. Suspira cuando sus fuertes manos tiran de mis caderas contra él. Siento, su dureza presionando contra mí y yo sé lo que él quiere.

Su mano se mantiene presionando contra mi estómago, por otra parte muy excitado mueve la otra mano por debajo de mi camisa, debajo de mi sujetador, aferrándose a mi pecho. Sus dedos encuentran rápidamente mi pezón mientras aprieta ligeramente. Esta vez soy quien gime, me gusta…

-María, ¿Estás segura que me deseas? porque si vamos más lejos, no creo que pueda ser capaz de detenerme.

Asiento con la cabeza sabiendo que no hay retorno posible, estoy caliente, tanto porque él me pone como por la morbosa situación. Me da la vuelta y su mano se desliza alrededor de mi cuello. Inclinándose hacia mí, el calor de su aliento, es embriagador como me besa suavemente los labios.

Entonces sus labios se vuelven mas y mas ansiosos, el movimiento de su lengua en mi boca, Su erección se hace más grande cada vez, la noto cuando se aprieta a mi, cuando me besa. Mi camisa desaparece detrás de mí, aun en la oscuridad veo como sus ojos arden como los de un animal sediento de sangre.

Estoy demasiado asustada para moverme. ¿Debo quitarme la ropa? Se desabrocha el cinturón y se pone tras de mi escucho el sonido de la cremallera. Esto es demasiado para mí, todo sucede tan deprisa que no me da tiempo a pensar ni se si quiero pensar. Quizá no tenga experiencia suficiente para satisfacerla, debería parar. Y entonces recuerdo sus palabras ….. que no va a ser capaz de detenerse. Mi cuerpo se tensa. Espero que él me agarre y me tire al suelo.

En cambio, sus labios se posan suavemente contra los míos. Su cuerpo está desnudo contra el mío y su erección parece ser imposible de detener. -He esperado esto tanto tiempo, dice. Poco a poco me lleva hacia atrás contra la pared y lentamente las manos desabrochar el sujetador que cae a mis pies.

Noto sus manos deslizarse por mi cuerpo, con rapidez desabrocha mis shorts y tira de ellos hacia abajo arrastrando en su camino mi leve tanga. Estamos de pie, desnudos. Sus besos se vuelven más agresivos, su lengua se desliza dentro de mí, su respiración se hace más rápida y noto sus manos fuertes y firmes en mis caderas.

Está oscuro y aunque apenas puedo ver, mi mente dibuja la escena de los dos. Lo deseo, si, ahora lo deseo dentro de mí.

-Eres muy joven María, ¿Alguna vez has follado?.

Moví la cabeza afirmativamente aunque yo sabía que esto ya era diferente de otras veces, he tenido alguna relación con chicos de mi edad, pero nada equivalente a estar con un verdadero hombre ni al morbo de follarse al profe mas sexy del instituto.

-Yo no soy un adolescente como los que te han follado. Te voy a mostrar lo que se siente al estar con un hombre de verdad, dice, mientras su boca se traga la mía.

El nota como me estremezco. Su rabo se mueve alrededor de mi rajita hinchada, sus besos ahogan mis gemidos, me aprieto mas a el, lo deseo dentro de mi ya!!

Se va abriendo camino dentro de mi, noto como se mete mas adentro, sus manos mecen mis caderas hacia adelante y hacia atrás. Noto su pubis muy apretado al mio, me ha penetrado totalmente y me susurra al oido.

-¿Estás bien?, ¿Te gusta como te la meto?. mmmmmmm

Todo lo que puedo hacer es asentir y sonreír

– Bueno …. ahora te voy a enseñar como lo hace un hombre

Incansablemente me penetra de forma rápida y rítmica, es como una locomotora. Jadeante, le envuelvo con mis brazos alrededor de sus hombros mientras la mete muy dentro de mí. Su mano se desplaza por detrás de mí y noto un dedo acariciar mi agujerito trasero, saca su dedo de detrás mío y me pide que lo chupe, que lo ensalive, así lo hago y vuelve a ponerlo ahí detrás, esto no me lo habían hecho nunca y siento un gran placer.

Noto intensas oleadas de placer, me está follando bien, me siento muy deseada y dichosa, estoy siendo capaz de satisfacer a todo un hombre, a mi admirado profe.
Noto como me llega el orgasmo, grito un poco y el me enmudece con su boca, noto como mi coño gotea de placer, es mi coño, el no se ha corrido aun.

El nota mi orgasmo y me folla mas despacio, al poco saca su polla y me acuesta  en el suelo encima de un pequeño colchón que mi profe ya tenia preparado en el almacén  y se tumba encima de mi, yo envuelvo mis manos alrededor de su cuello con la necesidad de que él esté más cerca de mí, sentir su cuerpo sobre el mío.

-Así es como un hombre folla, dice, barriendo el pelo de mis ojos. »

-Su polla entra en mí nuevamente, esta vez más despacio, noto su cuerpo musculoso como una roca encima de mí. Mis manos se deslizan por los músculos de sus brazos, siento su polla dentro, muy dentro y llenándome toda y luego fuera, lento y constante. Mi hendidura comienza a hincharse de nuevo y ahora soy yo la que se desespera por él.Mis manos se envuelven alrededor de su cuello y tiran de él hacia abajo encima de mí, todo su peso acostado sobre mí. Su polla no se detiene, su lengua también está en mi boca, tengo necesidad de él por completo dentro de mí.

Noto otra oleada de placer empezar a llegarme, el nota también que estoy a punto.

-Quiero correrme dentro de ti, llegar juntos.

-Sí ….. sí, te necesito dentro de mí, córrete conmigo.

Y ahora el empieza a gemir, yo ahogo sus gemidos con un beso, su cuerpo se sacude un poco y siento su calor llenar mi interior, yo me dejo ir y me corro con él enterrado profundamente dentro de mí.

No quiero que la saque. Él me besa suavemente en la boca, noto todavía las contracciones de su polla dentro de mi, todavía me está llenando con las últimas gotas de su leche. Sus dedos acarician mi cara y mis labios.

-María, si estabas preocupada acerca de si eras o no buena para mí tal vez esto responda a tu pregunta y se inclina, me besa profundamente y me abraza.

Si, he sido suficientemente buena para el, he hecho gozar a todo un hombre y el me ha hecho gozar como ni en mis mejores sueños lo habría podido imaginar, mi profe, mi amante….