Mi mujer y mi mejor amigo, relato erotico

Mi mujer y mi mejor amigo, relato erótico

Una tarde de domingo mí mejor amigo vino a casa a visitarnos, los tres nos sentamos en nuestro gran sofá, nos servimos unas copas y nos sentamos a escuchar algo bueno.

Álvaro había traído unos magníficos cd de música ambiente y lounge así como música para bailar lento de la época de cuando éramos universitarios.

Poco a poco el alcohol y la música ambiente nos fueron soltando la lengua y el espíritu, la conversación se tornaba cada vez más abierta, Álvaro nos comentó que a el siempre le había gustado mi mujer, que en la universidad ya le había tirado los tejos pero, que al ver que ella se decidía por mi pues no siguió insistiendo, si, Álvaro era un amigo leal y bueno, yo sentía ganas de premiar esa lealtad…

Desde hace un tiempo, se había establecido en mi cabeza la fantasía de ver como otro hombre se follaba a mi mujer, no sabía que a esa fantasía se le llamaba ser un «cuckold«, pues bien, yo cada vez más deseaba ser un cuckold, cada vez esa fantasía era más insistente y recurrente, tenía ganas de realizarla y Álvaro era el mejor candidato,  buen amigo, leal y discreto.

En estos pensamientos anda yo cuando mi amigo se levantó y cambió el cd, puso música lenta de nuestra época y me pidió permiso para bailar con mi esposa.

Ambos habíamos estado bailando con ella durante todo el disco  y pude ver que cuando el bailaba con ella estaba empalmado, seguro que mi esposa notaba la erección de mi amigo en su cuerpo.

Finalmente decidí que podría ser un buen momento para  introducir un pequeño jueguecito.

Retiramos algún mueble y nos sentamos en el suelo, cogimos una de las botellas de licor y propuse hacer el juego de la botella en versión adulta, como éramos solo tres propuse que pusiéramos unas dificultades añadidas para que fuera más divertido. Por ejemplo desnudar al otro con una sola mano, usar la boca o los pies…

Alicia, mi mujer, sonrió divertida, no sé si era consciente de a lo que íbamos a jugar, quizá había bebido demasiado y ella no tenía costumbre, o igual si era plenamente consciente…

Mi amigo me miró entre divertido y sorprendido, pero le gustó la proposición

Hicimos girar la botella la cual me señaló a mí, le dije a Álvaro que tenía que quitar la blusa a Alicia pero utilizando solo la boca.

Álvaro no se hizo rogar y se puso de pié enfrente de mi mujer y empezó a intentar desabrochar los botones de la blusa con su boca.

-Empieza con los botones de abajo, así tendrá más emoción, dije yo

Me estaba encendido con Al verlo empecé a frotar mi

Así lo hizo, por lo bien que se le daba parecía que no hubiera estado haciendo otra cosa en su vida, en un santiamén liberó los tres botones de abajo, dejando el bonito vientre de Alicia y su delicioso ombliguito a la vista.

Vi como mi amigo, aprovechaba para lamer  y besar la lisa tripita de ella, esto me estaba poniendo cachondo.

El generoso pecho de Alicia le estaba poniendo las cosas difíciles a mi amigo, la tensa tela complicaba la tarea de desabrochar los botones. El  insistía y noté su respiración agitada, estaba empezando a estar muy caliente, Ali, sonreía divertida aunque también podían verse sus pezones empezando a marcarse a través de la tela, si, también estaba empezando a ponerse caliente.

Al final lo logró, la blusa se abrió de golpe empujada por los grandes pechos de Alicia a pesar de llevar el sujetador, Álvaro se sorprendió del tamaño de las tetas de mi mujer y lo bien puestas que están. Vi la intención de él de tocárselas pero le dije, solo la boca y besó suavemente, el suave escote de ella.

Hicimos girar la botella y esta vez le tocó a Álvaro el cual ordeno a Ali que me quitara los pantalones usando una sola mano.

Esto no le costaba nada a mi mujer ya que muchas veces nos besábamos  de pie y mientras ella acariciaba mi nuca con una mano con la otra me solía desabrochar el pantalón, bajarlo y acariciar mi polla.

Así lo hizo, como otras tantas veces, esta vez fue genial y distinta, teníamos un invitado que nos observaba, mientras mi mujer me acariciaba la polla por encima del slip vi de reojo a Álvaro que se estaba acariciando el rabo por encima de la ropa.

Rodamos la botella de nuevo y me señaló a mí, le pedí a mi mujer que le quitara los pantalones a Álvaro de la misma manera que me los había quitado a mi

Alicia lo hizo pero se entusiasmo demasiado y también bajó los slips de Álvaro, una polla totalmente enhiesta emergió golpeando en la cara a Alicia la cual retrocedió entre sorprendida y divertida

Álvaro y yo reímos  y Alicia también lo hizo en cuanto se recuperó del pollazo en la cara

-Ya que ambos estáis en ropa interior, yo no voy a ser menos, dijo Alicia  quitándose los pantalones y la blusa.

Ahí estábamos los tres, mi mujer en ropa interior y mi mejor amigo y yo en slips que apenas podían contener nuestras erecciones.

Luego le tocó a Álvaro quitar las braguitas de Alicia, de nuevo utilizando solo la boca

Pidió a Alicia que se diera la vuelta y empezó a bajar el diminuto tanga con los dientes, muy lentamente, de vez en cuando le daba mordisquitos y besitos en el culo, Alicia estaba muy caliente y yo mas al verlo.

Luego, bueno, luego sucedió algo que yo esperaba hace tiempo en mi fantasía, Alvaro empezó a bajar la sutil braguita de Ali con los dientes, poco a poco, lentamente, el monte de Venus emergía semi depilado como me gusta a mí, Álvaro gruñía de satisfacción, notaba en su barbilla la cálida humedad que brotaba del sexo de mi mujer.

Siguió bajando el tanga y apareció la rajita de Ali, esa rajita que tanto me gustaba lamer y mirar ahora estaba delante de la boca de mi mejor amigo, no perdió tiempo y estampó un sonoro beso en esos labios, luego, siguió lamiendo y chupando mientras mi mujer se apoyaba en una pared para guardar el equilibrio.

Aquello estaba empezando a superar mis fantasías, allí estaba mi mujer gozando de las lamidas en el coño de mi mejor amigo, y disfrutaba mucho de esa sabia lengua.

Ali se corrió largamente allí de pié, apenas podía mantener el equilibrio. Cuando Álvaro y ella me miraron yo ya me había quitado el slip y estaba masturbándome.

-Deja eso!! Dijo Ali, quiero que reserves esa leche para mí!

Yo obedecí.

Ambos volvieron a mirarme como para pedirme permiso, con sus ojos parecían decir ¿Podemos?

Yo contesté con un “Vamos a la cama”

Esa fue la señal que estaba esperando, que esperábamos todos. Ali agarró a mi amigo de la polla y lo llevó al dormitorio.

Se acostó en la cama con las  piernas abiertas y Álvaro….

Si, Álvaro se situó encima de ella, yo estaba sentado en la butaca de la habitación, observándolos, por fin mi fantasía iba a hacerse realidad.

Álvaro recorrió la rajita de Ali con su polla y cuando notó el agujerito empujó, Ali suspiró de placer.

Poco a poco Álvaro incrementó el ritmo, Ali estaba frenética al notar una polla nueva horadar su húmedo coño.

Yo no cabía en mí de gozo, durante unos instantes había dudado de si al final permitiría que otro hombre, aunque fuera mi mejor amigo se follara a mi mujer, pero lo permití y ahora no me arrepiento de nada.

Allí está mi esposa, follada por otra polla, el no tardará en correrse y llenar su cueva de leche y yo estoy disfrutando mucho, disfruto al ver como se follan a mi mujer, me encanta!

Alicia notaba como Álvaro, muy excitado con la situación y por gozar del precioso cuerpo de ella no iba a tardar en correrse y protestó.

-Ey, vale! No te corras aun, no quiero que se acabe la fiesta tan pronto.

Y se zafó de Álvaro dejándolo tumbado boca arriba con la polla totalmente tiesa y húmeda del néctar de Alicia.

Mi esposa se incorporó y tomó la polla de mi amigo en su boca y la lamió largamente, recogiendo el propio néctar.

Luego, se tumbó de nuevo y me llamó.

-Ven cariño, fóllame tú ahora

Yo me puse encima de ella, su coño ya estaba bastante abierto gracias al anterior trabajo de mi amigo y me dispuse a penetrarla, ella suspiró y se dejó follar.

Yo tampoco iba a durar mucho, estaba muy excitado por la situación y la verdad es que no había parado de pajearme (aunque sin correrme) viendo como se follaban a mi chica.

Ali se dio cuenta y también me dijo que me apartara.

Álvaro y yo nos miramos y la miramos a ella, allí estábamos los dos, desnudos, con nuestras pollas tiesas y allí estaba mi mujer, dispuesta a disfrutar de los dos.

-Álvaro, dijo Alicia, túmbate boca arriba.

Así lo hizo mi amigo y Ali se sentó sobre su polla, la cual entró en ella casi instantáneamente.

Luego, sin sacarse la polla de mi amigo se inclinó hacia delante dejando su agujerito trasero a mi alcance.

Ambos empezaron a moverse, lentamente, yo me acerqué al culito de Ali y empecé a lamerlo y besarlo, poco a poco el pequeño agujerito se fue abriendo y mi lengua iba entrando, Ali se moría de gusto.

Ensalivé mi polla y la acerqué al agujerito como otras tantas veces había hecho anteriormente, la diferencia era que ahora ella tenía otra polla delante, el rabo de mi buen amigo Álvaro.

Al penetrarla noté algo raro, el agujero parecía más cerrado y estrecho que otras veces y… notaba algo…. Siiii, era la polla de mi amigo deslizándose en el coño de mi mujer.

Era una sensación extraña y morbosa sentir la polla de mi amigo en el coño de mi mujer mientras la mía entraba en el culo. Cuando Álvaro salía, notaba el culo de Ali mas ancho, cuando Álvaro entraba, lo notaba más estrecho y notaba además lo duro de la polla de él a través de la fina pared que separa el coño del culo.

Ali estaba disfrutando de esa doble penetración y se dejó llevar, se dejó llevar por incontables orgasmos los cuales mi amigo y yo notábamos perfectamente en nuestros rabos.

Yo no iba a tardar mucho y mi amigo tampoco. Le miré y le dije.

-Al próximo orgasmo de Ali nos vamos nosotros también

Álvaro asintió como pudo, Ali se estremeció de placer, estaba a punto de venirle otro y….

Yo me dejé llevar y mi amigo también, los tres nos corrimos a la vez y mi esposa recibió mi leche en su culo y la de mi amigo en su coño. ¿Puede haber algo más morboso?

Al acabar, nos quedamos tumbados en la cama los tres, estábamos cansados y el alcohol nos había dado sueño.

Yo me hice el dormido y así pude observar como mi mujer acariciaba la todavía morcillona polla de mi amigo y le daba un beso. Se le notaba feliz.

 

Al final ellos dos se quedaron dormidos abrazados, yo los miraba, miraba a mi mujer abrazada a otro tío y … bueno, no se mañana como me sentiré, ahora estoy fenomenal, he cumplido mi fantasía, mañana será otro día.