Trío en el sex shop, relato erótico
Alma y Jaime son una pareja muy bien avenida, no solo se quieren con locura sino que además hay mucha química entre ellos.
Ambos son muy activos sexualmente, les encanta hacer el amor a todas horas.
A Jaime le encanta el cuerpo de Alma, alta, espigada…. Su cuerpo está modelado por el ejercicio físico pues practica la batuka… Sus bonitos hombros, sus pechos, no muy grandes pero muy bien puestos y formados, su vientre liso, sus firmes muslos que encierran entre ellos ese maravilloso y deseable secreto, esa deliciosa cueva con esos ardientes labios que compiten en humedad con los de su boca.
Jaime no solo goza follándola intensamente, le gusta acariciar la suave y sensible piel cercana al coño, acercando cada vez más su mano a la rajita. Mojar los deditos en la boca de ella y llevarlos luego hacia el coño; a Jaime le gusta como Alma se estremece al notar los sabios dedos recorrer la rajita y tocar suavemente el clítoris.
Pero lo que mas le gusta a Alma aparte de follar es que Jaime le coma el coño, si, el lo hace realmente bien…
El es un experto en ese arte, unas veces sube con su boca desde las rodillas hasta las ingles, otras, baja desde los pechos lamiendo la tripita de ella pasando por su monte de Venus hasta rozar los ya henchidos labios. En cualquier caso al final Jaime besa con furia esos labios lamiéndolos y penetrándolos con su lengua mientras sus manos aferran con firmeza los muslos o las nalgas de ella.
Alma no se corre así como así pero el sabe como hacerla llegar al clímax, ella se frota salvajemente con la boca de el rodeando su cabeza con los muslos y estremeciéndose a cada oleada del profundo orgasmo.
Cuando todavía esta terminándose de correr, Jaime sube al bello rostro de ella y besa su boca apasionadamente y la penetra en profundidad con una vigorosa cabalgada. El sabor de su propio coño en los labios y las embestidas de Jaime dan tanto placer a Alma que vuelve a correrse. El, que esta muy excitado después de lamer el coño de ella se corre al mismo tiempo.
Ese fin de semana pensaban pasarlo en un hotel, habían estado ahorrando algo de dinero y reservaron una suite muy coquetona en un céntrico hotel de la ciudad, no pensaban salir de la cama más que para reponer fuerzas y luego seguir follando.
Una vez ya instalados en la habitación, reprimieron sus ansias de hacer el amor y decidieron pasear por el centro en busca de una tienda de lencería sexy. Encontraron una sex shop que además vendía ropa sexy y atrevida para ambos sexos.
Entraron y los atendió una vendedora que aunque un poco bajita, tenía unos buenos pechos, turgentes y duros, por lo que se apreciaba bajo su camiseta.
Les preguntó que era lo que querían y Alma le dijo que le apetecía algo especial, algo que solo con mirarla su chico se pusiera a mil, ella rió y dijo que tenía lo que buscaba, prendas pequeñas, casi transparentes y con colores sexy como el rojo y el negro.
La dependienta sacó las prendas de sus envoltorios, Alma cogió un tanga y se lo colocó por delante para verse en un espejo.
-Vamos a ver este ahora –dijo la dependienta y cogió otro tanga y situándose tras Alma se lo puso también por delante, Alma pudo notar en su espalda los firmes pechos de la dependienta y su respiración en la nuca.
También sintió como la dependienta le rozaba suavemente el pubis al ponerle por encima la prenda. Alma no era lesbiana, ni siquiera bisexual no obstante siempre había tenido cierta curiosidad y morbo por tener relaciones con otra chica, por otra parte le gustaba sentirse así, seducida por aquella chica tan liberal y abierta.
Jaime empezaba a ponerse mas cachondo todavía, sabia que dentro de poco podría gozar del cuerpo de Alma en la suite adornado con esas finas lencerías, y por otra parte su chica estaba tonteando con otra chica delante de el, si, seria magnifico si ellas seguían enrollándose delante de el. Mientras las veía manipular la intima ropa, fantaseaba con que la dependienta acariciara el mojado coño de su chica, que le metiera los dedos o que incluso lo lamiera como tantas veces había visto en películas….
-Me voy a probar estos dos –dijo Alma. Jaime salió de su ensoñación.
Como pensaban pasar todo el fin de semana en la cama, Alma escogió dos conjuntos y fueron a los probadores.
Ambos conjuntos eran diminutos, tangas que prácticamente no le tapaban nada pero que enmarcaban perfectamente la suave y cálida piel del femenino pubis y en cuanto a los sujetadores apenas ocultaban los hermosos pezones que ya empezaban a despuntar bajo la leve tela…
Jaime le dijo que llamase a la dependienta para que les diese su opinión, Alma llevaba puesto el conjunto negro y a él le gustaba más el rojo.
La dependienta entró confiada y la encontró con las dos mini piezas puestas; se quedó parada pues dijo que le quedaban muy bien y cerró el probador tras ella.
Una vez dentro miró a Jaime y le preguntó si le gustaba como le quedaba el conjunto a Alma. Jaime dijo que le encantaba y que ya se estaba poniendo cachondo. Jaime realmente no podía mas y pidió a la empleada que les dejara follar allí mismo, echar un polvo rápido en el probador aunque no fuera un sitio muy cómodo.
Ella les dijo que no estaba permitido… no obstante también estaba cachonda, así que les propuso hacerles una paja al mismo tiempo a los dos, pues eso ya lo había hecho con otros clientes. Valiente excusa, lo que ella quería en realidad era participar en la fiesta…
Les pareció bien, pues estaban calientes y eso les parecía excitante, dejarse masturbar por aquella chica desconocida…. Ella se marchó, cerró la puerta de la tienda por dentro y al poco regresó, llevaba un consolador strap on en la mano; hizo pasar a la pareja a una estancia mas grande que el pequeño probador; pidió a Alma que se tocase el clítoris para ponerlo un poco “peleón”; así que Alma se puso manos a la obra, se metió la mano por debajo del tanga y empezó a tocarse, encontró su coño enormemente mojado y dispuesto a las caricias, no le hizo falta insistir de tal manera que al poco rato comenzó a gemir de gusto.
La dependienta ayudó a Jaime a quitarse los pantalones, luego los slips, observó su duro pene mojada ya su punta y le pidió que se empezara a masturbar hasta que se pusiera aun mucho mas dura.
La dependienta observó a ambos masturbarse, estaba realmente caliente. Cuando ellos estaban ya a tope la dependienta le dijo a Alma que se apoyase en el sofá, ella se puso de rodillas tras de Alma, le tocó un poco el sexo con sus dedos húmedos de su saliva y cuando notó lo húmedo que lo tenía, le metió el strap on.
El espejo repetía la tórrida escena, la dependienta penetraba salvajemente a Alma con el strap on mientras esta se arqueaba en el sofá del placer que recibía. Jaime mientras tanto metía rítmicamente la polla en la boca de Alma, llevaba el ritmo moviendo la cabeza de ella hacia delante y hacia atrás. La dependienta por otra parte disfrutaba en su pubis el masaje de la base del strap on y el morbo de penetrar a una desconocida le hacía sentir un enorme placer, los gemidos del trío se intensificaban por momentos.
Así estuvieron un buen rato, de repente Alma soltó un gemido suave, le tembló el cuerpo y empezó a correrse. Jaime, al ver a su chica correrse se dejó llevar y se corrió en la boca de Alma. La dependienta no pudo mas y ante la escena de Alma lamiendo y tragando la leche caliente de Jaime se dejó llevar y se corrió también.
Al cabo de unos minutos salieron del probador, compraron ambos conjuntos.
Pagaron y de regalo la dependienta les dio una varita larga y flexible que tenía unas plumas en la punta y les dijo que cuando quisieran volvieran a la tienda y les enseñaría a usar la varita.
Alma cogió una hoja del bloc de notas de la tienda y escribió algo, alargo la mano y entregó la nota a la dependienta con un guiño, la pareja salió de la tienda camino del hotel para entregarse de nuevo al sexo, en la tienda, la dependienta miró la nota, era la dirección del hotel y el número de habitación…
¿Iría la dependienta a visitar a tan ardiente pareja y unirse a ellos para una noche de sexo sin fin?
***
2 comentarios sobre “Trío en el sex shop, relato erótico”
Bitacoras.com
(27 septiembre, 2012 -10:31)Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: Trío en el sex shop, relato erótico Alma y Jaime son una pareja muy bien avenida, no solo se quieren con locura sino que además hay mucha química entre ellos. Ambos son muy activos sexualmente, les encanta hacer el amor a……
Loradae
(9 noviembre, 2012 -08:06)I told my ganrdmohter how you helped. She said, «bake them a cake!»
Los comentarios están cerrados.